Powered By Blogger

lunes, 26 de diciembre de 2011

AÑO NUEVO, CARA NUEVA


Dicen que uno nace con la cara que le ha tocado en suerte, pero que a partir de los 30 (¿o eran los 40?) empieza a tener la cara que se merece. Puede ser, puede muy bien ser cierto. Reconozco que hay días en que me levanto con una cara que no me gusta nada, precisamente porque es una cara que lo cuenta todo. Va contando a voces cómo te sientes, cómo te va la vida, si eres feliz o no, en qué piensas todo el tiempo.

Bueno, quizá haya gente que pueda llevar a todas horas una sonrisa de anuncio pegada a la cara, pero por lo general siempre hay algo que la delata. Tiene algo que ver con eso que se decía antes de que la cara es el reflejo del alma. Esto, como todas las cosas, se puede entender de una manera A o una manera B. En la manera A, la frase quiere decir que la cara es la chivata del alma, lo cual da mucho coraje. En la manera B, esta es una buena noticia: más que recurrir a un lifting, lo que nos hace falta es un estiramiento de alma y asunto arreglado: sin gastar un duro en cirugía ni en cosméticos podemos rejuvenecer lo que no está en los escritos. Aunque desgraciadamente el tema del alma no le influye para nada a otras partes del cuerpo...

¿Qué relación tiene todo esto con vivir en pareja?  Muy fácil, Ortega y Gasset que escribió un montón de libros y tenía algunas frasecillas muy ingeniosas, de esas que luego repite uno para dar a entender que se los ha leído todos, decía: "Yo soy yo y mis circunstancias". A mí me parece que donde dijo circunstancias quería decir "películas". Dos personas pueden tener idénticas circunstancias y construir alrededor de ellas dos mundos completamente distintos. Para una, un accidente de tráfico que lo ha dejado en silla de ruedas puede ser el final del mundo, mientras que a otra persona la misma circunstancia le abrirá el corazón y la mente para sentir una alegría por el hecho de estar vivo que quizá hasta entonces le era ajena.

Una pareja, por tanto, está formado por dos personas y el mundo que proyectan. Porque no es solo la cara  la que es reflejo del alma, todo lo que hacemos, todo lo que decimos, incluso las personas con las que estamos, y, probablemente, algunos de los accidentes que tenemos, lo son. Si lo recordamos podemos darnos cuenta de que tendemos a repetir unas pautas a lo largo de nuestra vida, y a buscar los "culpables" fuera de nosotros. Esto devuelve la pelota de la responsabilidad (elegir nuestra vida, elegir nuestras relaciones, elegir nuestra cara...) a nuestro propio tejado. Ahí es donde debe estar.

1 comentario:

  1. eso del lifting me ha gustado mucho.... cierto, pues la cara es el reflejo del alma. gracias por el articulo. besos

    ResponderEliminar